EDITH PIAF, EL GORRION

La vida de esta cantante francesa fue movida y azarosa. Nació en una esquina de una calle parisiense, donde su madre, una mujer alcohólica, fue atendida por dos policías. La misma Edith, muchos años después acabaría como su madre, tirada en la calle.
Desde muy joven, tuvo que ganarse la vida por unas monedas cantando en los cafés de París.
Sin embargo, a pesar de que su vida estuvo marcada por la desdicha desde su más tierna infancia, Edith se refería a esa etapa con optimismo:
"Mi vida de niña puede parecer espantosa, pero era hermosa...Pasé hambre, pasé frío, pero era libre...libre de no levantarme, de no acostarme, de emborracharme, de soñar...de esperar".
Su aspecto desvalido le valió el nombre por la que se la conoce en todo el mundo, Piaf, gorrión..
La vida de la cantante quedó marcada por la muerte de su hija de dos años, que nació cuando ella tenía dieciséis años. Siguió cantando en los clubes de los barrios menos recomendables de esa época.
Su vida dio un vuelco favorable cuando el propietario del cabaret más importantes de Francia, la escuchó cantar en la calle. La contrató y su éxito no tardó en llegar.
Su buena fortuna duró poco. Quedó enredada en un asesinato. La prensa la tildó de sospechosa y la sociedad elitista de París le dio la espalda.
Volvió a cantar en tugurios, llevando una vida desordenada.
"No me importa lo que diga la gente. Mucho menos me importan sus leyes".
"Cantar es una forma de escapar. Es otro mundo".
Su consagración llegó tras la Segunda Guerra Mundial, cuando se ganó la admiración incondicional del público. Se convirtió en la musa de poetas y pensadores del París existencialista.
"Estoy segura de que podría leer Baudelaire en un cabaret y aplaudirían".
Edith remontó vuelo y se convirtió en la gran dama de la canción francesa.
El boxeador Marcel Cerdan fue el amor de su vida. Vivieron el uno para el otro durante años, a pesar de que él era casado.
"Yo te amo irracionalmente, anormalmente, locamente, y nada puedo hacer para evitarlo. La culpa es tuya, eres magnífico. Abrázame y piensa que nada cuenta en el mundo aparte de tú y yo".
El solía decirle: "Existe una sola Edith Piaf y yo tengo la suerte, yo, pobre boxeador bruto, de ser amado por ella".
Marcel murió al estrellarse el avión en que viajaba. Ella se hundió, entonces, en una severa depresión. De esta época es su éxito "La vie en rose".
A causa de un accidente automovilístico, para aliviar su dolor los médicos le recetaron morfina., pero Edith se volvió adicta y comenzó a beber nuevamente. Terminó en las calles buscando hombres para apaciguar su soledad.
Nunca pudo olvidar a Cerdan ni pudo quitarse de la cabeza que en parte, su muerte, había sido su culpa. Ella lo había apremiado para que se reunieran. En memoria de Marcel, ella escribió "La belle histoire d'amour":
"Cuando un hombre me gusta,
 yo comparo. 
No llego nunca
a darle una razón.
Es tu voz la que escucho,
Son tus ojos los que veo.
Es tu mano la que espero.
Nunca olvidaré como nos amábamos
cada noche, cada día..."
Edith Piaf, una mujer que conoció la más terrible de las desgracias, estar rodeada de personas que la adoraban mientras ella vivía en la más absoluta de las soledades.

"Si un día la vida te arranca de mi lado, si murieras lejos de mí, no me importaría si me amas, yo también moriría".

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